El divorcio: “La mejor decisión para nuestros hijos”

Quizá una de las decisiones más difíciles de tomar.

“Peor aún, cuando debemos considerar lo mejor para esa o esas personas que son incluso más importantes que nosotros mismos: nuestros hijos.”

Como padres, debemos responsabilizarnos de su cuidado, bienestar y desarrollo, para lo cual debemos procurar un adecuado ambiente no solo físico si no, además, y primordialmente creo yo, emocional.

Y es este dilema en el que muchas parejas se encuentran al tratar de tomar la mejor decisión en cuanto a divorciarse o no se refiere. Es aquí cuando debemos sopesar los pros y los contras, a veces el divorcio de los padres es lo mejor para los hijos.

Uno de los pilares de toda sociedad, de nuestro desarrollo como personas y nuestro bienestar propio y común es el matrimonio, creo firmemente en que este puede y debe ser para siempre. Por tal motivo no considero que el divorcio sea la primera o única solución a una relación donde hay problemas. Pero, si ya se llego a ese punto de decisión una de las consideraciones que puede tomar en cuanta es el bienestar de sus propios hijos.

Si la relación esta irrefutablemente dañada, es irreparable y la solución es solo el divorcio quizá ayude saber que es sano también para nuestros hijos. Y hay varias razones para eso:

• No crecer en un hogar donde se ve discutir a los padres. Podrías hacerlo tratando de que no se den cuenta, pero ¿lo lograrás siempre?
• Frecuentemente subestimamos la capacidad de conciencia que tienen los niños. Si sus padres no son felices, lo sienten, lo saben y vivir en ese ambiente, aún sin pelas, aunque trates de “llevar la fiesta en paz”, no los hará felices.
• Considera las huellas que dejaras en tus hijos las heridas emocionales al ver la infelicidad de sus padres comparada con el sosiego de vivir separados, pero en armonía emocional para ellos.
• Valora la seguridad que le darás en su desarrollo futuro al saber que sus padres priorizaron su bienestar. Muchos hijos de divorciados tienen un matrimonio feliz y muy duradero. Quizá, porque los padres tomaron la decisión a tiempo.

Quiero finalizar reiterando que mi intención no es fomentar el divorcio, si no, fomentar “el bienestar de la familia”.